21 de septiembre de 2023

Pueblo Run: ruta

Posiblemente haya afirmado esto más de una vez en mi vida pero creo que en esta ocasión hay alguna razón adicional: es la ruta más difícil que nunca he trazado sobre el mapa. Y la peor, quizá.

Como siempre y esta no iba a ser menos, Run the History se basa en antiguas rutas de corredores, en este caso, ya se ha contado, la de Catua y Omtua, corredores nuevomexicanos que portaron el mensaje del levantamiento de los pueblo contra los españoles en 1680. La ruta que siguieron se desconoce y el posible trazado no deja de ser una invención con más o menos verosimilitud pero la certeza no la tiene nadie. De hecho es altamente probable que no sea una ruta sino varias y dado que comunicar un levantamiento violento puede tener consecuencias gravísimas para alguna de las partes, incluidos los mensajeros, también es altamente probable que no sólo fueran ellos dos los que transmitieron la información y ellos "sólo" unieran los puntos más importantes.

El área de influencia de la Revuelta de los Pueblo de 1680 cubre del área de Taos al norte, hasta la actual Albuquerque, dado que una localidad a unos 20 km al sur de ésta, Isleta, ya era proespañola y si les hubiera llegado la información posiblemente se la hubieran contado a los españoles... cosa que de hecho ocurrió sin llegar a Isleta. En general la mitad sur de Nuevo México era aliada española o no se llevaban a matar.

Al este al menos la revuelta llegaba a Pecos, se sabe que llegó la información en forma de cuerdas anudadas, que se dio la voz de alarma por españoles, que se quemó su iglesia, que se mataron a españoles, etc. Y al oeste, seguro a las montañas de los jémez, zia, acoma, etc. Pero digamos que la "chicha" estaba a lo largo del río Grande porque es donde más población india había y más asentamientos españoles. 

Aunque con cierta certidumbre se sabe que los dos corredores partieron de Tesuque —mitad de mi segunda etapa—, pero yo decidí partir de Taos porque aquí también hubo levantamientos, porque Popé era originariamente de allí y porque desde Taos se atacó también a Santa Fe. Es evidente que si Catua y Omtua no fueron a Taos, lo que es probable, fueran otros corredores pero sí es seguro que hubo comunicación con corredores entre esas localidades

Pasado Santa Fe me desvío al sureste para abandonar el río Grande, "altamente" poblado (en general la densidad de población de Nuevo México es ridícula (7 personas/km², superficie de aproximadamente dos terceras partes la de España pero ¡2,2 millones de habitantes en total!) y sobre todo muy muy pocas formas de desplazarse que no sean por el arcén de una autopista. Hice bien en desviarme hacia el sureste pero tenía dos problemas: uno, no había más que un pueblo intermedio, Madrid. Y dos, para volver al río Grande tenía que cruzar un amplio tramo sin nada de nada en medio. Luego descubrí que había otro problema mucho peor (las propiedades privadas). La cuestión de que fuera una única la localidad que estaba en el medio de un largo tramo sin nada, de que casualmente me tocase pasar en sábado y de que el pueblo sea el Benidorm de Nuevo México es que no había alojamientos disponibles con lo que todo lo tuve que posponer un día o hacía casi 90 km del tirón. Opté por la primera opción.

Pero el principal problema que me encontré en esta ruta no fueron los tramos de asfalto, a lo que estoy ya resignado por usar vías de comunicación que en su día ya eran las más cortas y que ahora también lo son con lo que lo que antes eran senderos ahora son autopistas. No. El problema son las propiedades privadas y las reservas indias. Problema para un forastero que no conoce cómo se reparte el territorio a golpe de foto aérea.

Y cuando lo descubrí estaba ya allí. No tuve más remedio que romper todas las leyes estatales, federales, regionales, de propiedad, allanamientos, usurpaciones, derechos reales de paso y numerosos convenios vigentes. Es por esto que no verás esta ruta colgada en ningún lado excepto aquí como muestra de por dónde pasé, pero en ningún otro lado para su posible descarga. Porque salté vallas, me metí en reservas indias que está terminantemente prohibido hacer, en propiedades privadas, incumplí todo lo que uno pueda incumplir. Por supuesto no estoy orgulloso de ello pero tenía muy poco margen de actuación, sin mapa, posiblemente en muchos tramos sin cobertura para hacer consultas al móvil y sin excusa. Que las hubiera dado de todos los colores pero que posiblemente me hubieran servido de poco. 

Siempre he saltado vallas cuando he corrido o montado en bici por ahí, excepto que ponga explícitamente que es una propiedad privada en muchos sitios donde me he criado o he transitado eran para controlar el ganado, las cerrabas y punto. No sé cuántas vallas habré saltado en mi vida, nunca se me ha resistido ninguna, todas tienen alguna debilidad, pero esto que hice en Nuevo México no es sólo saltar, en ocasiones ni había ni vallas, era meterte en terrenos privados particulares o de una comunidad sabiendo que lo hacía. Repito, no estoy orgulloso de ello.

El caso es que salió así. Estados Unidos no es un país para correr (ni en general para hacer deporte outdoor que no sea en espacios habilitados o proclives a ello), entre asfalto, urbanismo extensivo, propiedades privadas y demás es realmente hostil hacerlo. Nuevo México, sin tanta propiedad privada o con unas servidumbres de paso, sería el paraíso de algunos deportes, desde raids en moto a gravel en bici, que se puede pero hay que conocerlo muy bien. También tiene zonas muy montañosas la mar de guapas, pero no sólo de montañas vive el hombre. Algunas reservas indias son enormes, algunas fincas kilométricas y entre algunas localidades hay muchas decenas de kilómetros. Lo que para algunos es aislamiento para otros podría tener un potencial increíble. Todo Nuevo México tiene una notable altitud, salí a 2000 m, acabé a 1500, un día me hice un corto trail por unas montañas y llegué a 3500 y casi ni subí, con lo que condiciona en cuanto a temperaturas, en invierno hace un frío tremendo y en verano te mueres de calor porque tiene buena parte de semidesierto. Pero a la vez, todas estas dificultades, las distancias entre lo localidades, la baja densidad de población, los paisajes absolutamente infinitos, para algunos es una motivación.

Me la "jugué" dos veces, un tramo largo saliendo de Pojoaque y el cruce de Madrid a Bernalillo. En ambos, durante horas, no vi nada ni nadie. Simplemente no te tiene que ir nada mal, un perro descarriado agresivo, perderte, quedarte sin agua por algún motivo no previsto, una lesión incapacitante, una serpiente de cascabel que pises (no sabía que había en la zona pero el primer día de turismo vi una). Si algo así te ocurre tienes un muy serio problema porque, no me cansaré de repetirlo, no te esperes tener cobertura cuando la necesites. Pero como no pasó nada que no tenía que pasar, pues silbando iba.

Sin que yo me estrese demasiado, con una mentalidad bastante flow, lo de meterme en potenciales problemas —porque recuérdese que es el país más armado del mundo y el occidental, con mucha diferencia, con más muertes per cápita por armas de fuego— me desgastó. Supongo que el no ir siempre positivo de cabeza, la lluvia del segundo día, cierta monotonía, soledad y demás ayudó a que me resultara más pesada en momentos que en otras ocasiones. Aunque la disfruté y cuando acabé y luego recorrí parte del Estado en coche y reconocía sitios por donde había pasado o pequeños momentos que me quedo para mí aprecié lo vivido.

En definitiva, una ruta a no repetir si no te quieres meter en líos, más variada de lo que parece, más emocionante, que te pone el hematocrito por las nubes y más dura de lo que me esperaba, aunque posiblemente sea la edad, la falta de preparación o el llevar demasiado tiempo sin apretarme las tuercas varios días seguidos.

Y esta es la gloriosa ruta que hice. Como suele ser habitual, con colores que signifiquen algo, en este caso de la bandera de Nuevo México.
  


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