En 1999 hice la primera ruta por montaña en esas condiciones, y me debió de gustar la experiencia. En otras han sido meros entrenamientos preparatorios para carreras, pero la preparación de estos entrenamientos especiales siempre era ilusionante. Recuerdo con especial cariño La Ruta de la Lana, de Cuenca a Burgos siguiendo un camino trashumante histórico; la vuelta a Menorca por el Camí de Cavalls, posiblemente la primera vez que se hacía corriendo y en formato non-stop; el intento de cruzar el lago Baikal en Siberia y en invierno; o la primera travesía completa de Islandia, corriendo, solo y en autosuficiencia. Al igual que el camino competitivo me ha llenado, permitido conocer lugares que de otra manera jamás habría visitado, estos retos personales han supuesto una nueva dimensión por la preparación que suponían y la incertidumbre de que ya no resumía todo al plano deportivo y de material.
Como aficionado a la historia, siempre me ha gustado seguir caminos con ella. No recuerdo el cómo, pero un día concebí lo que he llamado Run the History, Corriendo por la Historia, que viene a ser la confluencia del deporte del correr con la historia, un apasionante recorrido personal que me está llevando a leer tantos libros como a hacer buenos entrenamientos.
Este no es un blog de historia, habrá errores de este tipo y se agradecerán las correcciones y mejoras; tampoco pretendo batir récord alguno, ni por capacidad personal, ni por intención, no es el objeto de este proyecto; simplemente trato de combinar la pasión de practicar el deporte más sencillo de la historia, con la relevancia que dicha actividad ha tenido antes de que se convirtiese sólo en deporte, a lo largo y ancho de la historia de la humanidad. Seleccionaré algunos recorridos puntuales, según gustos personales, por la historia o el destino, y los trataré de realizar del modo que me apetezca en el momento.
Espero que resulte interesante e inspire a alguien.
Gracias por pasarte por aquí.
