Run the History

No soy historiador, sí corredor desde hace unas décadas, y desgraciadamente nunca nadie me ha contado buenas historias de los corredores que ha habido a lo largo y ancho de la historia del hombre, apenas el famoso Filípides y los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia.

Todos hemos leído «Nacidos para correr», ya le seguía desde hacía tiempo anterior la pista a corredores de la prehistoria y la caza por extenuación, pero desde estos cazadores hasta Filípides, y de ahí a finales del siglo XIX con los Juegos organizados por el barón de Coubertin parece como si el hombre hubiese dejado de correr. No es cierto, simplemente ha quedado sepultada su historia entre batallas, reyes, colonizaciones y no sé cuántas cosas más. En cuanto comencé a interesarme más por el tema descubrí que ha habido corredores en muchas épocas diferentes de la historia, en puntos muy dispersos del planeta y con diversos usos; aunque al final, correr y los corredores no eran más que herramientas, en muchos casos soldados, y como tal, se usaban para el mejor fin para el que se podían utilizar, y cuando hubo una tecnología superior, se desecharon. Sin embargo, y creo que es desconocido para muchos runners, miles de corredores sirvieron como mensajeros, por su versatilidad, velocidad o resistencia; en otras partes del mundo se ha seguido cazando por extenuación hasta fechas relativamente recientes; ha habido divisiones de ejércitos compuestos por corredores; o han tenido fines religiosos o espirituales en muy diferentes culturas. Todavía me sorprende que, siendo corredor, apenas hayan caído, no buenas historias, bien contadas y documentadas, sino ni apenas referencias.

Como he dicho, no soy historiador, soy un simple aficionado que agradecerá las correcciones, omisiones y errores que se encuentren en los textos, así como nuevos datos, enlaces o libros para enriquecer todo esto; y me está encantando bucear, con mis conocimientos y mi tiempo disponible, tratando de redescubrir las historias casi olvidadas de aquellos corredores anónimos -con la excepción de la celebridad Filípides- que se dejaron la piel para, principalmente, llevar mensajes, por caminos de medio mundo y posiblemente sin mucha más recompensa que su jornal y un plato de comida.

Como corredor (aún) ne activo no quiero pararme en leer libros o webs, con las limitaciones y características del mundo actual, con las posibilidades económicas, temporales y físicas, desde que empecé a inspirarme en estos relatos supe que quería transitar por algunos de los caminos por los que se corrió en el pasado. Sin ninguna presión, como un proyecto personal sin fecha conocida de caducidad, pretendo que este Run the History o Corriendo por la Historia sirva para dar a conocer esas pequeñas historias de esos ánonimos esforzados, pero también para inspirarme y motivarme en realizar algunas de sus rutas, adaptadas a las situaciones concretas del aquí y el ahora. Veremos cómo sale.

Esto es Run the History.