14 de septiembre de 2015

Wampum, los telegramas iroqueses

Los wampum son/eran (generalmente) cinturones que se portaban tanto por motivos decorativos como para otros fines (regalos, decorativa para jefes o en celebraciones religiosa, representación simbólica de leyes...), entre los que se encuentran el de mensajes portados por los corredores mensajeros iroqueses. También había brazaletes, collares y otras formas atendiendo a funciones ornamentales. Los wampum se elaboraban con pequeñas piezas de conchas engarzadas, en un trabajo extraordinariamente laborioso que implicaba no sólo cientos o miles de pequeñas piezas, sino que incluso agujerear cada una de las cuentas se hacía bajo el agua para que no se rompiesen. Un cinturón de dos metros de longitud contiene unas 6000 piezas, lo que da idea del trabajo que supone su elaboración, dado que las piezas tiene de media unos seis milímetros.

Concha (Mercenaria mercenaria) original morada (quahog en iroqués) el color más tradicional para la elaboración de los wampum y muestra de cómo se elaboran
El uso que más compete aquí, el de mensaje, era de tipo simbólico, pequeñas representaciones y mensajes, si bien se podría decir que eran relativamente encriptados más bien había que saber interpretar los dibujos y formas, había que saber la lengua de los wampum, y obviamente, emisor y receptor del mensaje tenían que conocerlo.

Apenas quedan un puñado de wampum originales de la época, realizándose actualmente a precios astronómicos con las mismas técnicas y materiales, estando también disponibles imitaciones en plástico, similares a bisutería que elaboran niños de medio mundo como entretenimiento.

No sin cierta verdad, se considera los wampum como el primer borrador de la Constitución estadounidense, y es que no sólo dicha Constitución (y otras) tienes una cierta inspiración iroquesa, sino que, como se ha comentado anteriormente, cada ley tenía su propio wampum representando de una forma simbólica su función y "texto".

Los corredores iroqueses portaban wampum en sus rutas para transportar mensajes "escritos" en los mismos, generalmente representaciones simbólicas de acuerdos, invitaciones a reuniones o asambleas, resolución de conflictos, fallecimiento o nombramiento de líderes o cualquier otro mensaje que se necesitase enviar a la tribu vecina. Los corredores tenían la misión de hacer llegar mensajes en ocasiones de vital importancia para la supervivencia de su pueblo, y sobre ellos recaía el, por ejemplo, recibir ayuda durante un ataque enemigo, o la convocatoria de una reunión urgente.

Si quieres entretenerte, el último enlace te permite elaborar virtualmente tu propio wampum con una sencilla pero visual interface,


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Canal de Erie

El Canal de Erie -Erie Canal en inglés, sí, canal, no channel- es mi guía en la mayoría de la ruta. Como decía, el Iroquois Trail es un camino sepultado o asfaltado, y en un primer vistazo a mi gran amigo Google Earth vi un panorama bastante desolador, grandes campos cultivados, caminos de acceso asfaltados, apenas campo transitable... Nada de esto me atraía. Por casualidad encontré información del Canal de Erie y vi que compartía mucha parte del trazado del Iroquois Trail, y no es difícil imaginar el porqué: quienes trazaron el camino o el canal siempre buscarán el más fácil, el que menos pendiente tuviera y el más directo, con el añadido de que el canal tiene que cumplir unos requisitos de pendientes muy exigentes. Los indios iroqueses no sabrían topografía como tal, pero mal ojo ni desconocimiento del terreno deberían tener porque es un trazado lógico, sencillo, directo y casi plano.

El Canal de Erie parte del lago de mismo nombre, en la actual ciudad de Búfalo, y en un recorrido oeste-este, desemboca en Albany, siendo todo su recorrido en el Estado de Nueva York. Conecta el lago -uno de los cinco grandes, frontera con Canadá- y el río Hudson, que más adelante desemboca en el Atlántico en Nueva York. A imagen y semejanza de los canales europeos, pretendía acortar los tiempos de transporte de personas y mercancías, especialmente de productos agrícolas del fértil este del país. Hacia 1807 se planificó por primera vez pero no se iniciaron las obras hasta una década después, concluyéndose en 1825, tiempo francamente ajustado para los casi 600 km de longitud, 12 metros de ancho y 1,2 de profundidad que tenía originalmente (posteriormente ampliado). Para salvar el desnivel de 172 metros se tuvieron que construir 36 compuertas. Parte del precio fue que se cobró la muerte de unos mil trabajadores fruto de la malaria.

El canal supuso acortar tiempos de transporte, la más fácil colonización del oeste y la creación de asentamientos, poblados en muchas ocasiones por trabajadores del canal que se quedaron a vivir por la zona.

Canal de Erie, mapa de 1840
Ha tenido sucesivas actualizaciones, reparaciones y en secciones se han creado tramos nuevos y ampliaciones, pero como es de suponer, y como le pasó a los Canal du Midi francés o el Canal de Castilla español cayó en desuso debido al ferrocarril, que acortó aún más tiempos y desplomó precios, exactamente las mismas razones del florecimientos de los canales de transporte.


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Iroquois Trail

El Iroquois Trail es el camino que unía las distintas tribus para comunicarse, intercambiar mensajes y mercancías, y que luego emplearon los colonos ingleses, franceses y holandeses, fundamentalmente, para comerciar con los iroqueses, y tiempo más tarde, para conquistarlos por la fuerza.

Apenas un par de toscos planos con las referencias a las localidades actuales están disponibles con facilidad, puesto que es un camino perdido, o asfaltado. Varias carreteras pisan el antiguo Iroquois Trail por las misma razón que se trazó por ahí ese sendero iroqués: porque es por donde la orografía lo aconseja, y es que al final, siempre caminos y carreteras se han adaptado a la solución más corta, más sencilla y barata, en términos económicos, pero también energéticos. Actualmente también varias localidades aproximadamente se solapan con antiguos asentamientos indios, con lo que es aún más lógico pensar que el camino original está asfaltado por actuales carreteras y autopistas.




Aunque existe cierta confusión, el sendero iroqués tiene un trazado moderamente claro, pero no siempre coinciden puntos de partida y finalización, en algunos casos se considera Iroquois Trail el que va de Fort Oswego, antiguo fuerte del lago Ontario, hasta Albany, en otros este tramo lo considera un ramal siendo el original desde Fort Niagara. Este último trazado parece ser el más citado, sin que por ello signifique que sea el más correcto, pero es que en una sociedad como la que es posible imaginar que era la de los indios tribales, no es un detalle importante, quizá cada tribu tendría un nombre para el camino, cada uno le pondría diferentes nombres según sus conocimientos y los términos principio y fin son un tanto abstractos. Además, las localizaciones Fort obviamente no corresponden a localizaciones indias ni necesariamente a asentamientos de sus pobladores originales, sino a fuertes construidos por los colonos europeos que llegaron mucho después de que el sendero estuviera ya trazado. De hecho se apoyaron en él para alcanzar estas tribus, negociar con ellas, transportar mercancías, y cómo no, acabar diezmándolas.

El camino original era poco más de lo que hoy conocemos como sendero, y como suele ser habitual, se ensancharía y mejoraría cerca de asentamientos. Con la llegada de los europeos, para facilitar el transporte y gracias al lucrativo comercio de pieles, los caminos se ensancharon para que cupieran carros, y con el tiempo este "doble sendero" llegaría hasta el río Erie. Más adelante al parecer se empedró, posiblemente no todo el camino, más probable que fuera en las zonas más problemáticas, embarradas, con pendientes, etc. Es la evolución de casi todos los caminos, hasta que un buen día se acaban asfaltando y quedan prácticamente perdidos para la historia.

Apenas un par de toscos planos son la fuente actual más fiable, con las divergencias comentadas anteriormente de nombres o de cuál es más importante y cuál un ramal. Como puede verse en ambos, buena parte del trazado discurre solapado a un canal, el Erie Canal, por la misma razón antes comentada: un camino tiene que tender a ser lo más simple posible, con los menores desniveles, con los menores zigzags, que una las localidades para las que sirve lo más directamente posible. Con aún más condicionantes se crearon los canales que, siguiendo la tradición europea francesa, alemana o inglesa (en España tenemos también algunos ejemplos), servían para el riego de campos interiores y que no estaban a la ribera de los ríos o bien para transporte de mercancías, con barcazas generalmente tiradas por animales. O servían para ambos fines. Seguir actualmente el Iriquois Trail original supone, a buen seguro, ir por carreteras si no en su totalidad, en una buena parte, pues vías de anchura y tráfico considerables se han ejecutado por encima. Siendo además una zona eminentemente agrícola, propiedades privadas, pistas asfaltadas y demás obstáculos artificiales complicarían discurrir o incluso descubrir el camino original que, por otra parte, no estaba marcada con hitos reseñables o forma de recuperarlo en la actualidad. Sin temor a equivocarme, se puede decir que el Iroquois Trail es un camino perdido para la historia.



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7 de septiembre de 2015

Los corredores mensajeros iroqueses

«1. I am Dekanawidah and with the Five Nations' Confederate Lords I plant the Tree of Great Peace. I plant it in your territory, Adodarhoh, and the Onondaga Nation, in the territory of you who are Firekeepers.» 

«1. Soy Dekanawidah y con los jefes de la Confederación de las Cinco Naciones planto el Árbol de la Gran Paz. Lo planto en tu territorio, Adodarhoh, en la nación onondaga, en la tierra de los que mantienen el fuego.»

Extracto del primer artículo de la Constitución Iroquesa (hacia 1500)

Así comienza la Constitución de las Cinco Naciones Iroquesas (Gayanashagowa), un documento extraodinariamente adelantado a su época, y de hecho su organización política sirvió de inspiración tanto para la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica como de países europeos supuestamente muchos más avanzados que los indios iroqueses. Por ejemplo, el sistema bicameral adoptado por los ingleses tiene procedencia iroquesa.

En dicha Constitución, de la que no se tiene referencia exacta en cuanto a fecha se hace mención en dos ocasiones a los corredores mensajeros. Es en los artículos 35 y 43, lo que da idea de la importancia que los corredores mensajeros tenían en el entramado político de las Cinco Naciones. En concreto el 35 los menciona como portadores de las noticias del fallecimiento del jefe de un clan o asentamiento, son ellos los encargados de difundir las malas noticias y cada asentamiento debía tener sus propios mensajeros para extenderlas a asentamientos próximos. En el artículo 43 la misión de los mensajeros era la de anunciar ataques, con un grito distintivo para realizar el aviso a distancia.

«35. When a Confederate Lord dies, the surviving relatives shall immediately dispatch a messenger, a member of another clan, to the Lords in another locality. When the runner comes within hailing distance of the locality he shall utter a sad wail, thus: "Kwa-ah, Kwa-ah, Kwa-ah!" The sound shall be repeated three times and then again and again at intervals as many times as the distance may require. When the runner arrives at the settlement the people shall assemble and one must ask him the nature of his sad message. He shall then say, "Let us consider." Then he shall tell them of the death of the Lord. He shall deliver to them a string of shells (wampum) and say "Here is the testimony, you have heard the message." He may then return home. 

It now becomes the duty of the Lords of the locality to send runners to other localities and each locality shall send other messengers until all Lords are notified. Runners shall travel day and night.»

«35. Cuando un jefe de la Confederación fallece, sus parientes debe inmediatamente enviar un mensajero, miembro de otro clan, a los jefes de otra tribu. Cuando el corredor se acerca al asentamiento, desde la distancia, debe proferir un triste lamento seguido de "¡Kwa-ah, Kwa-ah, Kwa-ah!". Dicho sonido debe repetirse tres veces y repetirse una y otra vez, todas las veces que sea necesario independientemente de la distancia. Cuando el corredor llega al asentamiento la gente se reunirá alrededor de él y preguntará por las malas noticias. Dirá: "Consideremos". Entonces debe anunciarle el fallecimiento del jefe. Entonces hará entrega del wampum, un entramado de conchas diciendo "Aquí tienes el testimonio, has recibido el mensaje". El mensajero puede volver a su casa.

Es ahora tarea de los jefes tribales enviar corredores a otros asentamientos, y cada asentamiento debe enviar a sus propios mensajeros hasta que todos los jefes queden avisados. Los corredores deben correr día y noche»

Artículo 35 de la Constitución Iroquesa (hacia 1500). Artículo 33 según otras fuentes.

«43. If a message borne by a runner is the warning of an invasion he shall whoop, "Kwa-ah, Kwa-ah!" twice and repeat at short intervals; then again at a longer interval. 

If a human being is found dead, the finder shall not touch the body but return home immediately shouting at short intervals, "Koo-weh!"»

«43. Si un mensaje portado por un corredor trata de un aviso de invasión, debe gritar "¡Kwa-ah, Kwa-ah!" dos veces, repitiéndolo en breves intervalos; después con intervalos más prolongados.

Si un hombre es encontrado muerto, quien lo haya encontrado debe dejarlo, sin tocarlo, y tiene que retornar inmediatamente gritando a cortos intervalos "Koo-weh!"»

Artículo 43 de la Constitución Iroquesa (hacia 1500). Artículo 41 según otras fuentes.

Las referencia de los corredores iroqueses son escasísimas y hay que profundizar bastante en la historia de este pueblo y en la de los corredores para encontrar ciertos detalles. Por ejemplo, y de manera sucinta aparecen también referencias en la mitología iroquesa, como aquel espíritu, el Gan-da-yah, encargado de proteger el fruto y el grano, que giran las hojas para guiar a los corredores.

Los wampum, los cinturones que eran el "papiro" de los iroqueses, podían contener mensajes encriptados, pero eran más simbólicos, como un regalo, una invitación, un mensaje que pasaba de mano en mano, de mensajero a mensajero o de mensajero a jefe tribal. Los corredores mensajeros hacían la vez también de embajadores de sus jefes, portando estos cinturones simbólicos y entregándolos a tribus del sur y del oeste con los que se querían entablar relación comercial o tener una relación pacífica. Querían que todas las tribus se sentasen bajo el Árbol de la Paz, incluso lo intentaron con los colonos franceses e ingleses tal era su espíritu pacífico.

Otras fuentes hablan de relación con otras tribus a grandes distancias, como el centro y sur del actual Estados Unidos, habiendo cierta constancia según alguna otra fuente que indica que los mensajeros iroqueses llegaron hasta el actual Méjico, donde hicieron entrega de estos cinturones de paz, y de donde llevaron de vuelta semillas y plantas tropicales.

Aunque ya la Constitución Iroquesa deja medianamente claro que algunos mensajes se transportaban por relevos, las importantes distancias entre las diferentes tribus hacen pensar que las distancias que cubrían estos mensajeros no eran precisamente cortas. Según alguna referencia, podían recorrer entre noventa y cien millas al día por los senderos que unían los asentamientos, y además siempre debían portar un hueso de algún otro corredor ya fallecido a modo de amuleto, y es que en general todos los antiguos pobladores indios tenían una cosmología muy particular.

En otra referencia se dice que los corredores mensajeros iroqueses podían recorrer las 240 millas (380 kilómetros) del Iroquois Trail en apenas tres días, lo que da una idea de lo fuertes que eran estos corredores, porque estamos hablando de 126 km en cada una de las tres jornadas, distancias al alcance de muy poca gente.

La historia de los corredores iroqueses se sustenta en datos un tanto aislados, que completan una bonita e interesante historia especialmente para nosotros, corredores, y que tuvieron su importancia en la época que les tocó vivir. Como siempre ocurre, cuando la tecnología -sean caballos, trenes o líneas telegráficas- superan lo establecido, caen en desuso y los corredores iroqueses como mensajeros, cayeron en el olvido de la historia. Sin embargo, son pueblos que posteriormente dieron grandes atletas, con participaciones en las mayores maratones del mundo e incluso Juegos Olímpicos con notable éxito.

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5 de septiembre de 2015

La Confederación Iroquesa

La Confederación o Liga Iroquesa (también conocida como Haudenosaunee) es un grupo de cinco -y a partir de 1722, seis- grupos tribales que se asentaron en el este de los actuales Estados Unidos de América, concretamente en lo que hoy es el Estado de Nueva York y el sur de Canadá, siendo las tribus principales, pues absorbieron otras menores, las mohawk, onondaga, oneida, cayuga, seneca y tuscarora (esta última fue la que se adhirió en 1722). Actualmente 80000 indios iroqueses viven en Estados Unidos y 45000 en Canadá, siendo estos parte de las Six Nations, las naciones originarias de Canadá previas a la llegada europea. El nexo común de las cinco o seis tribus era el iroqués, lengua que cada tribu había evolucionado independientemente, pero que tenía un nexo común que les permitía entenderse a la vez que implicaba un posible origen común, lo cual simplifica las alianzas, especialmente para pueblos con tan marcadas tradiciones orales y espirituales que regían buena parte de las decisiones de los clanes, lo que formó, en definitiva, el grupo más fuerte de todas las tribus norteamericanas gracias a una paz interior, un sistema político sólido y una cultura razonablemente 
Bandera iroquesa que representa el Gran Árbol de la Paz y las naciones originarias -mohawk, onondaga, oneida, cayuga, seneca. Su diseño es reciente (1980) aunque basado en el cinturón wampum de Hiawatha
Hacia el siglo XV, o puede que antes, se estableció una paz pactada entre diversas tribus al sur de los Grandes Lagos, teniendo todos estos pueblos origen lingüístico común, el iroqués. En La Gran Liga de la Paz, como se denominaron, cada tribu ocupaba un espacio, tenía unas funciones y unas obligaciones dentro del grupo. Hacia 1660 se estima que se llegaría al máximo de su población, en torno a los 25000 individuos sumando todas las tribus.
Distribución de las seis tribus que formaban la Confederación Iroquesa, hacia 1720
Cuando franceses, holandeses y británicos llegaron a estas tierras, tuvieron que aliarse con los iroqueses al ser pueblos asentados y con una fortaleza importante, además de establecer vínculos comerciales lucrativos, especialmente con la compra y venta de pieles, pero sobre todo convenía tenerlos como aliados más que como enemigos, por lo que los europeos allí asentados se cuidaban de acordar pactos amistosos. Por el comercio de pieles se entablaron diversas y cruentas guerras, siempre apoyadas por los aliados europeos, y en uno de estos conflictos está basada la película «El último mohicano», que aunque sea una película sin base real sí tiene un fundamento histórico, en estas tierras y en esta época. Pero esta estabilidad y la relación pacífica con colonos sería algo temporal, por lo que cuando se perdieron unas guerras con los iroqueses en dicho bando, éstos tuvieron que emigrar, la mayoría hacia el norte, hacia Canadá. Hacia 1788 y tras la guerra americana, sólo 6000 iroqueses tenían que vérselas con más de 240000 colonizadores, hambrientos de tierras y recursos, con lo que fueron prácticamente confinados a reservas, agravándose la situación en futuros conflictos bélicos.

Parte de su desarrollo económico y expansión se debía al cultivo del maíz, calabaza y fréjol (las tres hermanas, principal sustento de muchas tribus americanas), también pescaban y cazaban, por supuesto. Vivían en largas casas (se llamaban a sí mismos «gente de la casa larga», el término iroquois  es francés, también adoptado en el inglés, iroqués en español), que agrupaba a varias familias que formaban un clan, el cual quedaba simbolizado a la entrada de la misma. Los poblados eran sencillas construcciones, con la casa larga ocupando la zona central y prominente del mismo, con construcciones menores alrededor y rodeado de una empalizada dado que las escaramuzas intertribales eran harto frecuentes. Poco más necesitaban, tenían un grado de desarrollo tecnológico bastante primitivo, con armas con puntas de piedra, completamente insuficiente para cuando los colonos llegaron a sus tierras.

Los pueblos iroqueses tenían un sistema de gobierno descentralizado, leyes no escritas, la tradición era oral y no tenían un sistema religioso como tal, pero sí un sistema de leyendas y animismo. La Liga era gobernada por un consejo de 56 sachem, jefes tribales, representando cada uno a un clan, los cuales eran matrilineales, es decir, las tradiciones se pasaban por el lado materno, o se vivía en casa de la familia de las mujeres, así como las más sabias entre estas nombraban a sus representantes sachem. Y para comunicarse entre los diferentes pueblos, pactar precios de comercio y resolver conflictos, los clanes y los sachem empleaban corredores como mensajeros, que solían portar unos cinturones con mensajes simbólicos.

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