31 de julio de 2023

Juan de Oñate, el verdadero conquistador de Nuevo México

Las ansias de riqueza no decaerían. Tampoco las de acaparar almas. Con el establecimiento de un convento en el camino y no tan al oeste como la entrada de Coronado sino cerca de la actual Chihuahua y cerca de unas minas de plata de Santa Bárbara partió en 5 de junio de 1581 Francisco Sánchez Chamuscado con una nueva expedición en dirección norte pero comparada con la de Coronado era ridículamente pequeña: nueve soldados, tres frailes —los franciscanos eran de hecho los patrocinadores de la expedición— y nueve indios como sirvientes. Además desconocían mucho de lo acontecido con expediciones anteriores, tanto que creían que eran los primeros españoles por la zona cuando eran los cuartos (el cuarteto de Cabeza de Vaca, la del fraile Marcos de Niza y la de Coronado). Ignoraban también que el recuerdo de los de Coronado no era el mejor y que había periódicas razias de españoles capturando a indios.

Siguieron principalmente el curso del río Grande que cruza el Estado de Nuevo México de norte a sur y que en México se llama río Bravo. La expedición les llevó diez meses y cruzaron no menos de 60 pueblos. Sin embargo no encontraron Cíbola, no se hicieron ricos y lo poco que se recuerda de esa expedición es el nombre: nombraron a estos nuevos territorios San Felipe de Nuevo México, en honor del rey Felipe, que se acortaría a Nuevo México que es el nombre actual del Estado americano una vez fue vendido por el gobierno mexicano al estadounidense. Una vez más varios frailes se quedaron con la misión de evangelizar y una vez más fueron asesinados poco tiempo después.

Exploraciones españolas en América del Norte [José Antonio Crespo-Francés]

Como orden real y no como empresas privadas se decretó que era el momento de establecer asentamientos estables en Nuevo México y ejercer el dominio sobre estas tierras. La motivación era múltiple: desde evangelizar (luego los fanáticos son otros) a ganar territorios con presuntas riquezas o parar el más que posible avance francés por el este. Así, entre 1582 y 1593 al menos cuatro expediciones partieron de la zona de Chihuahua con el fin de someter, controlar y evangelizar Nuevo México y sus diversos pueblos. El nombre de pueblo, que puede ser por la doble acepción en castellano de asentamiento o etnia, es el nombre que ha permanecido en inglés también y así los indios que se establecían en buena parte de Nuevo México se les llama los pueblo cuando en español no tiene demasiado sentido.

Las expediciones o entradas, todas con mucha aventura, una buena pizca de descubrimiento de muchas nuevas tierras pero generalmente no mucho más que toponimias y pocas riquezas las llevaron a cabo Antonio de Espejo, Gaspar Castaño de Sosa, y Antonio Gutiérrez Umana y Francisco Leyba de Bonilla (en otras referencias Humaña y Leyva) y prácticamente todas fueron un cúmulo de desastres que además dejaron tras de sí un reguero de muertes indias que pesarían en el malestar local para futuras conquistas. Además, la mayoría fueron consideradas ilegales pues no tenían la sanción de las autoridades. En esta última expedición, la de Umana y Leyba, el único superviviente de la misma, el indio Jusepe Gutiérrez, fue capturado durante un año por los apaches hasta que escapó o fue liberado y pudo volver a México; le contaría seis años más tarde el relato de la misma a Juan de Oñate, personaje clave de la historia de Nuevo México. 

Al poco de llegar Jusepe Gutiérrez a Ciudad de México se embarcó en otra expedición con Vicente de Zaldívar Mendoza con la que llegaron a las grandes llanuras al este, entablaron buenas relaciones con los apaches de los que llegaron a hablar su lengua y trataron de domesticar a los bisontes que poblaban por millones el área antes de que los colonos europeos más allá de los Pirineos los esquilmaran hasta su práctica extinción. Y si "sólo" fueran los bisontes...Pero la Leyenda Negra es la española.

Expediciones de Francisco Sánchez y Antonio Espejo [José Antonio Crespo-Francés]

Juan de Oñate Salazar ya era criollo, nacido en Zacatecas, al norte de Ciudad de México, donde su padre explotó una mina de plata y es una ciudad que es conocida por los muchos kilómetros de túneles. Zacatecas fue fundada por cuatro vascos, uno de ellos el padre de Juan, y atrajo a muchos buscavidas dada la riqueza que atesoró. En este ambiente de privilegios, aunque también de peligros, creció Juan dado que a pesar de su muy acomodada posición social también desde la temprana edad de catorce años combatía contra los chichimecas, belicosos indios del norte de México. Él mismo descubrió algunos yacimientos auríferos entre los que destaca San Luis de Potosí. Se casó con una nieta de Hernán Cortés, bisnieta a su vez del último emperador mexica.

El 29 de marzo de 1583 se obtiene la Real Cédula por la cual se daba autorización para organizar una expedición y doce años después (sin prisas) es Juan Oñate quien obtiene el permiso para llevarla a cabo aunque la misma no arrancaría hasta tiempo después por las intrigas palaciegas tan españolas. Las capitulaciones darían a Oñate «el título de adelantado, gobernador y capitán general de las nuevas conquistas durante cinco generaciones» a cambio de costearla por sus propios medios lo que no supuso un gran problema dadas las riquezas de Oñate. 129 soldados, 400 indígenas tlaxcaltecas, algunos frailes, una gran cantidad de esclavos negros, mujeres y niños, 83 carretas con alimentos y la asombrosa cifra de 7000 cabezas de ganado. La caravana tenía una longitud de diez kilómetros con lo que sería perfectamente visible desde la distancia y eran capaces de cubrir apenas ocho kilómetros al día. Siguieron la ruta clásica por Chihuahua y El Paso del Norte (actual El Paso en la frontera de México con Estados Unidos) y a la vera del río Grande, auténtica espina dorsal de Nuevo México. Este camino norte-sur junto al río más tarde se denominaría Camino Real de Tierra Adentro, un importante eje entre las posesiones españoles de México/Nueva España y las tierras del norte y uno de los cuatro que conformó Nueva España (México) con salida en la capital siendo el del este el que iba al Atlántico, hasta Veracruz, al oeste hasta el Pacífico en la ciudad de Acapulco, al sur a Guatemala y este del norte hasta Santa Fe.

Cuatro meses tardó la expedición en llegar al río Grande (las distancias en la mitad norte de México son enormes) y tras cruzar a la ribera norte solemnemente se hizo acto de toma de posesión de aquellas tierras en nombre del rey Felipe II. El acto fue acompañado de misa y una comida que incluyó pescados, ciervos... y aves siendo considerado el primer Día de Acción de Gracias o Thanksgiving en los Estados Unidos de Norteamérica. Para amenizar la sobremesa-cena se celebró una comedia y de nuevo fue la primera representación teatral del actual país norteamericano.

Para dar una idea de las distancias más arriba comentadas baste decir que de Ciudad de México hasta Santa Bárbara (lugar de salida de la expedición) hay 1300 km; de Santa Bárbara a El Paso, 700 km, donde el mismo río Bravo mexicano pasa a denominarse río Grande en el estadounidense ; de El Paso a Socorro, 300 kilómetros más, que fue donde pudieron proveerse de maíz cuando la expedición estaba al borde de la hambruna, de ahí el nombre de Socorro; y otros 250 km más hasta Santa Fe.

A los seis meses de la partida contactaron con dos mexicas cristianizados que les fueron de gran ayuda por conocer la lengua local (en realidad había docenas de ellas) con lo que les incorporaron a la expedición española. Todas las relaciones con los pobladores originarios fueron pacíficas, se realizaron otras expediciones menores tanto al oeste como al este y en una de ellas en la que Oñate participó personalmente fueron atacados y tras ofrecerles la paz y negársela los indios se decidió atacar con el sangriento resultado de 680 indios muertos y más de 600 hechos prisioneros que fueron esclavizados por largo tiempo y se les sentenció a la amputación del pie derecho aunque se dice que no se llevó a cabo en un teatrillo clásico de españoles y sus frailes en los que éstos solicitaban la clemencia que finalmente conseguían y ganándose el respeto de los locales.

«Paso por aq[u]i el adelantado don ju/an oñate del descubrimiento de la mar del sur a 16 de Abril del 1605.», grafito de Juan de Oñate en Inscription Rock, Monument Valley [New Mexico Magazine]

Aunque las expediciones seguían descubriendo o redescubriendo territorios los colonos estaban descontentos pues de las riquezas y prosperidad prometidas no quedaban ni las palabras. Algunos de ellos desertaron, con el consiguiente enfado y persecución de Oñate que les obligó a reincorporarse aunque algunas de estas duras reincorporaciones llegaron a oídos de los virreyes del sur y se empezó a organizar una investigación por la toma de decisiones de Oñate. Oñate, sin embargo, seguía sin hacer demasiado caso a sus colonias que iba fijando en pos de más conquistas, más riquezas y más dominios para él y sus descendientes.

El 24 de agosto de 1607 se ordenó la destitución de Oñate siendo considerado culpable de varios de los cargos habiendo de pagar una cuantiosa multa, le fueron retirados sus títulos, prohibido vitaliciamente pisar suelo nuevomexicano y fue desterrado de Ciudad de México por cuatro años. Fue rehabilitado décadas después pero nunca volvería a América y moriría casi en el ostracismo en España.

Tampoco fue capaz de ver que los indios pueblo fueron viendo a los españoles con peores ojos según pasaba el tiempo, quizá ensimismado en sus subexpediciones al norte, este y oeste y con la poca relación con los locales que mostró. Pero era una realidad que Oñate no quiso ver: aunque la inmensa mayoría de las relaciones fueron pacíficas los indios fueron sufriendo las consecuencias del vasallaje con recurrentes hambrunas y creciente pobreza. Y el ánimo y la animadversión hacia los colonizadores fue creciendo.

La suya fue la expedición y colonización sostenida más exitosa hasta el momento y origen de los asentamientos permanentes —o casi— de España en Nuevo México. Esta es la gran aportación de Juan de Oñate al mapa, la posición y los dominios de España en Nuevo México; la otra aportación es el creciente odio que los indígenas sentían hacia los españoles.

Estatua de Juan de Oñate en Alcalde, Nuevo México, Estados Unidos [Wikimedia]

En 1992 se consiguieron los 108 000 dólares para la ejecución de una estatua de bronce de Juan de Oñate, personaje sin duda clave en la historia de Nuevo México. Seis años después fue amputado su pie derecho, posiblemente por indios pueblo. El pie fue repuesto para ser vandalizado de nuevo en 2017 cuando se pintó el pie derecho de rojo con la inscripción «Remember 1680» año que recordaremos muy pronto y clave de toda esta historia. En 2020 la estatua fue retirada en una ola de protestas por todo el país (incluso del continente) reclamando que aquellos con un pasado oscuro no debían ser honrados públicamente.


Francisco Sánchez [Real Academia de la Historia] │ Antonio de Espejo [Real Academia de la Historia] │ Historia de Nuevo México [Artehistoria] │ Gaspar Castaño de Sosa [Wikipedia] │ Expedición de Umana y Leyba [Wikipedia] │ Jusepe Gutiérrez [Wikipedia] │ Juan de Oñate Salazar [Real Academia de la Historia] │ «The Pueblo Revolt: The Secret Rebellion that Drove the Spaniards Out of the Southwest» (David Roberts) 



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27 de julio de 2023

La entrada de Coronado en Nuevo México

Las Siete Ciudades de Cíbola fueron la nueva obsesión de los españoles y en tres años desde la llegada de los cuatro supervivientes de la expedición de Pánfilo de Narváez se organizó una nueva liderada por el fray Marcos de Niza que tomó como punto de salida la ciudad a la que arribaron los mencionados cuatro, Culiacán, el 2 de septiembre de 1539. Se le ofreció al parecer a Cabeza de Vaca que participara pero gentilmente rechazó la oferta pero quien sí tomó parte fue Estebanico. 

No se sabe demasiado de él, era marroquí y negro, posiblemente esclavo o quizá sirviente de Andrés Dorantes de Carranza, uno de los cuatro aparecidos. Sería el primer africano en tierras americanas del que se tiene constancia. Pero sí se sabe que la increíble ruta con los otros tres y sus habilidades lingüísticas le hicieron un gran candidato para la expedición de fray Marcos de Niza. Adelantado al grupo del franciscano se dice que encontró la muerte por algún grupo de indígenas, posiblemente los zuñi aunque otra versión afirma que simuló su muerte y se quedó a vivir con ellos.

El franciscano siguió con la expedición en tierras del actual Nuevo México con el fin de evangelizar (o eso decía). Y no hay que tomar esta función como superflua dado que mucho del deseo conquistador español estaba fundado en la labor evangélica, las expediciones siempre tenían un componente religioso y se le daba mucha importancia. Lo que siguió complicando el futuro de Nuevo México es que el franciscano afirmó que a lo lejos pudo atisbar una ciudad mayor que Tenochtitlán y que los nativos usaban vajillas de plata y oro. Lo que les faltaba a algunos. Tras la vuelta de Marcos de Niza se organizó una nueva expedición, la tercera incursión española en Nuevo México, mucho mejor organizada y a cargo del virrey de Nueva Galicia Francisco Vázquez de Coronado con Marcos de Niza como guía al igual que lo había sido Estebanico en la de éste.

El 22 de abril de 1540 desde la misma localidad de Culiacán una gran expedición por tierra y por mar financiada por el propio Coronado para lo cual tuvo que empeñar buena parte de las riquezas de su acomodada mujer y pidiendo un gran préstamo para afrontarla. Es lo que se conoce, también en inglés, como la entrada, es decir, la primera incursión con ánimo real de conquista por parte de los europeos. Por tierra, 350 castellanos y 1300 aliados mexicanos además de sirvientes y esclavos y más de 1500 cabezas de ganado cruzarían los actuales estados mexicanos de Sonora y estadounidense de Arizona hasta llegar a la ciudad que indicó Marcos de Niza y que esperaban fuera una de las ciudades de Cíbola; y por mar, partiendo de la costa del Pacíficoa y adentrándose por el golfo de California. Se encontraron un sencillo pueblecito de casas de piedra y adobe con lo que los hombres de Coronado casi ejecutan al fraile allí mismo.

Coronado's March 1540 de Frederic Remington [Wikimedia]

Coronado tenía órdenes explícitas de no enfrentarse a los pueblos locales y no producir ningún daño si no eran atacados... algo que los zuñi locales sí hicieron llegando a herir de gravedad al propio Coronado que había mostrado buena voluntad bajando las armas. Y es que posiblemente el ataque zuñi fuera por un malentendido dado que los españoles entraron en el pueblo en un día de celebración cuando se les había dicho que no lo hicieran. Desgraciadamente la cosa no acabó bien para los indios pero no fue una escabechina. De esas ya habría más adelante, ni que decir tiene.

Algunos expedicionarios partieron hacia el oeste para encontrar el paso del Pacífico y en su camino descubrieron para occidente el cañón del río Colorado. La expedición como se ha dicho estaba dividida en terrestre y marítima y para encontrarse con la flota había que ir a su encuentro. La expedición de Coronado aparte del cañón del Colorado también hizo dos descubrimientos más: que California no era una isla como se pensaba en esa época, sino una península, y lo que ahora se denomina Great Divide, es decir, a partir de qué línea las aguas de los ríos desembocan en el Atlántico o en el Pacífico

La conquista del Colorado de Augusto Ferrer-Dalmau [Wikimedia]

En otra de las subexpediciones un grupo de hombres junto con indios amistosos llegaron a Bernalillo, muy cerca de la actual Albuquerque; Bernalillo fue la primera localidad española fundada por los españoles y Albuquerque es la ciudad más grande del actual Estado de Nuevo México. Y sí, es Albuquerque y no Alburquerque como la localidad extremeña porque la americana perdió una erre en los avatares de la historia pero obviamente su nombre es de procedencia española. 

Aunque la convivencia no siempre fue pacífica y hubo algunos enfrentamientos, la cosa no llegó a mayores. Los españoles estuvieron vagando durante una buena temporada siguieron pistas falsas tras el oro sin demasiado éxito y tras cerca de dos años la expedición tomó rumbo sur dejando a algunos franciscanos en labores de misión por voluntad propia. Tres de los cuatro fueron asesinados poco después. En julio de 1542 Francisco Vázquez de Coronado con los cien hombres supervivientes llegaban a Ciudad de México con las manos vacías y un ejército cerca del amotinamiento. Más de dos años de expedición en tierra hostil donde contactaron con buena parte de las tribus locales y llegaron a los actuales Estados de Arizona, Texas, Kansas y Oklahoma.

Ruta de Coronado en la expedición 1540-1542

La expedición de Coronado fue un fracaso económico llegando a ser acusado de abusos contra los indios aunque fue posteriormente absuelto. Ocurrieron numerosos episodios en los que la arrogancia castellana, como uno en los que se obligó a los locales a entregar mantas en la primera invernada de los españoles, puso en sobre aviso a los indios de la actitud de sus nuevos vecinos, y aunque se fueron por donde vinieron servía de aprendizaje para los que vinieran a continuación, algo que aunque los indios desconocían en el momento era previsible dado que los sueños de riqueza no decayeron ni un ápice.


Marcos de Niza [Real Academia Historia] │ Francisco Vázquez de Coronado [Real Academia Historia, Wikipedia] │ La increíble historia de Cíbola [La Razón] │ «The Pueblo Revolt: The Secret Rebellion that Drove the Spaniards Out of the Southwest» (David Roberts) │ «La rebelión del odio. La insurrección de los indios Pueblos en 1680» (José Enrique López Jiménez) │ «Banderas lejanas. La exploración, conquista y defensa por España del territorio de los actuales Estados Unidos» (Fernando Martínez Láinez, Carlos Canales Torres)



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17 de julio de 2023

Los primeros europeos en pisar Nuevo México

Nuevo México dentro de la iconografía española de conquistas americanas tiene un lugar secundario, muy lejos de las de México o la actual Perú en parte por las riquezas allí obtenidas, en parte quizá porque no se venció a un imperio establecido, tiene mucha menos épica pero la cantidad de territorio controlado es importante. También porque el imperio español estaba ya en lenta pero inexorable caída. España, recuérdese, llegó de Alaska a Tierra de Fuego lo que incluye haber pisado, puesto bandera, conquistado o hecho provincia española —o varias combinaciones de las anteriores— en buena parte del continente americano a falta del noreste de Norteamérica y lo que le tocaba del reparto del Tratado de Tordesillas a Portugal. Es importante también recordar que lo que España ganó en América en cuanto a posesiones territoriales no eran colonias sino parte de España, provincias de la «madre patria» con las muchas consecuencias que esto implica. También fue el caso de Nuevo México.

La primera vez que unos europeos llegaron a Nuevo México fue con la expedición de Pánfilo de Narváez de 1528. Si quizá no se le recuerde en la historiografía española es porque la expedición fue un desastre y porque Pánfilo fue un pésimo comandante. Nacido en la segoviana Navalmanzano se le conocen andanzas por América, primero en Jamaica y posteriormente en Cuba como subalterno de Diego Velázquez, el mismo que mandó a Hernán Cortés de exploración a lo que hoy llamamos México y que luego patrocinó una segunda expedición para arrebatarle el poder que Hernán había adquirido. 

Entre los castellanos que comandó Narváez en Cuba estaba un tal fray Bartolomé de las Casas, personaje clave en las Américas y posteriormente defensor a ultranza del trato humanitario a los indios prosperando en forma de leyes de obligado cumplimiento para todo comandante, gobernador, hacendado o religioso que estuviera en tierras americanas. De las Casas como es de suponer vio en los hombres de Narváez —y en un pasivo responsable de lo que hacían aquéllos— la brutalidad que le encomendó a dedicar parte de su vida a la protección de los indios .

(Supuesto) retrato de Pánfilo de Narváez [Terranoca]

Asegurada completamente Cuba y ante la insubordinación de Hernán Cortés fue Pánfilo de Narváez quien intentó reducir a Cortés con el único éxito de debilitar la posición castellana en México cuando se les había expulsado de Tenochtitlán y a punto estuvo de impedir conseguir el imperio azteca lo que hubiera dado un giro radical a la historia de ambos continentes. Llegó incluso a negociar con el propio Moctezuma para conseguir reducir a Cortés lo que da una idea de que servía sólo a los intereses de Velázquez —y los suyos propios— y no a los de la Corona de Castilla. O era demasiado estúpido para comprender la diferencia entre ambos extremos. 

Hernán Cortés, infinitamente más hábil en el campo abierto, consiguió hacer que buena parte del ejército de Narváez se pasase a sus filas y acabó apresando a su comandante. Aunque Narváez se tomó venganza en forma de conspiración contra Cortés a su vuelta a Castilla porque en "campo cerrado", en los despachos, sí gozaba de la habilidad que carecía como comandante o expedicionario.

Pasado el episodio mexicano, el 17 de junio de 1527 Pánfilo de Nárvaez encabezó una expedición que partiría desde Sevilla/Sanlúcar de Barrameda, como todas las americanas pues tenía el monopolio la Compañía de Indias, rumbo a La Florida, la península norteamericana al sureste de los actuales Estados Unidos. Seiscientos hombres —que se redujeron a cuatrocientos en la escala cubana— en cinco navíos pobremente equipados para arribar a La Florida ya precariamente

Posiblemente engañados por los indios se les conminó a explorar por tierra para llegar al clásico lugar en el que caen todos los avariciosos: una ciudad colmada de oro. Desastre tras desastre, atosigados por los indios, en condiciones cada vez más precarias, con canoas de fortuna, con grupos dispersos y con el pobre liderazgo de Pánfilo de Narváez éste encontró la muerte arrastrado por las aguas al igual que la inmensa mayoría de la expedición. Excepto cuatro hombres.

Naufragio de la expedición a La Florida de Pánfilo Narváez [Estudio Historia]


Cuatro supervivientes, Andrés de Dorantes de Carranza, Alonso del Castillo Maldonado, Estebanico y Alvar Núñez Cabeza de Vaca lograron una de las mayores hazañas de supervivencia que jamás se han logrado: durante años, haciéndose pasar por milagreros, huyendo de captores, caminando durante miles de kilómetros durante seis años que les llevó a cruzar Texas, Nuevo México, Arizona, pasando mucho tiempo entre distintas tribus sin ser atacados gracias, en parte, a las habilidades de Cabeza de Vaca para sanar rezando avemarías, consiguieron salvar la vida y poder contarlo. 

Pudieron observar a indios nómadas pero también asentamientos con casas construidas en adobe, inmensas extensiones de terrenos semidesérticos, fabulosas manadas de bisontes y como vagabundos y tras ocho años desde su partida, el 1 de abril de 1536, llegaron al Pacífico, en la actual ciudad mexicana de Culiacán. Al buscar épica en el diccionario debería aparecer el retrato de estos cuatro hombres. Se les llamó los aparecidos y es que "volver a la vida" tras varios años dados por desaparecido como poco causa admiración.

Ruta seguida de Álvar Núñez Cabeza de Vaca [Estudio Historia]


Fueron, efectivamente, los cuatro primeros no indios originarios que pisaron Nuevo México que obviamente estaba habitado desde hacía miles de años en las progresivas oleadas de tribus que cruzaron el estrecho de Bering y que se extendieron por toda América. Liderados magistralmente por Cabeza de Vaca estos aparecidos consiguieron salvar el pellejo de mil y un avatares y contra todo pronóstico y con la colaboración de los indios que se fueron encontraron por el camino que les dejaron seguir viviendo no sólo salvaron su pellejo sino que llegaron con nuevas.

(Otra versión de la historia afirma que Cabeza de Vaca y sus compañeros no llegaron tan al norte en Nuevo México y los mapas creados por estos estudiosos los ponen en El Paso pero siguiendo hacia el oeste. Estando por la zona de El Paso hubieran visto asentamientos, huellas y presencia amiga, española muy posiblemente, se hubieran dirigido al sur hasta otras localidades españolas y nunca se habrían dirigido al norte siguiendo el río Grande y al oeste hasta el Pacífico.)

Retrato de Álvar Núñez Cabeza de Vaca [Diario de Burgos]


Sigamos. Nos habíamos quedado en las nuevas. Cuando volvieron y mucho antes de que Cabeza de Vaca publicara Naufragios, el relato de su epopeya por tierras americanas, se extendió la información de que los supervivientes habían tenido noticia de las Siete Ciudades de Cíbola, un reino opulento de riquezas por conquistar y que espolearía a nuevas empresas españolas en busca del ansiado Dorado con el que nadie conseguía encontrarse.

Lo de Cíbola venía de un libro de caballería de Amadís de Gaula publicado en 1508: según este libro siete obispos huyeron de España al ser invadida por los musulmanes en el siglo VIII por lo que cogieron unos grandes tesoros y se los llevaron al otro lado del Atlántico para que no cayeran en manos musulmanas. Una vez en América fundaron siete ciudades bañadas de oro y riquezas y los aspirantes a colonizar Nuevo México pensaron que eran éstas. A Cervantes, que ridiculizó las novelas caballerescas, le quedaban aún algunas décadas para nacer cuando se publicó el libro de Amadís de Gaula e hizo bien en criticar los panfletos caballerescos que inducían a soñar en realidades que no eran más que fantasías.

El caso es que una epopeya de supervivencia tornó, sin mediar declaración de los mismos, en visiones de florecientes ciudades donde todo era riqueza y opulencia. Y es cuando lo que actualmente es Nuevo México entró a formar parte del interés de unos y otros, gobiernos y tramperos, y la relación entre ambos pueblos por algunos siglos.


Pánfilo de Narváez [Real Academia de la Historia] │ Cabeza de Vaca: Su primera odisea americana (1527-1537) [Estudio Historia] │ La increíble historia de Cíbola [La Razón] │ «The Pueblo Revolt: The Secret Rebellion that Drove the Spaniards Out of the Southwest» (David Roberts) │ «La rebelión del odio. La insurrección de los indios Pueblos en 1680» (José Enrique López Jiménez) │ «Banderas lejanas. La exploración, conquista y defensa por España del territorio de los actuales Estados Unidos» (Fernando Martínez Láinez, Carlos Canales Torres)



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