31 de julio de 2023

Juan de Oñate, el verdadero conquistador de Nuevo México

Las ansias de riqueza no decaerían. Tampoco las de acaparar almas. Con el establecimiento de un convento en el camino y no tan al oeste como la entrada de Coronado sino cerca de la actual Chihuahua y cerca de unas minas de plata de Santa Bárbara partió en 5 de junio de 1581 Francisco Sánchez Chamuscado con una nueva expedición en dirección norte pero comparada con la de Coronado era ridículamente pequeña: nueve soldados, tres frailes —los franciscanos eran de hecho los patrocinadores de la expedición— y nueve indios como sirvientes. Además desconocían mucho de lo acontecido con expediciones anteriores, tanto que creían que eran los primeros españoles por la zona cuando eran los cuartos (el cuarteto de Cabeza de Vaca, la del fraile Marcos de Niza y la de Coronado). Ignoraban también que el recuerdo de los de Coronado no era el mejor y que había periódicas razias de españoles capturando a indios.

Siguieron principalmente el curso del río Grande que cruza el Estado de Nuevo México de norte a sur y que en México se llama río Bravo. La expedición les llevó diez meses y cruzaron no menos de 60 pueblos. Sin embargo no encontraron Cíbola, no se hicieron ricos y lo poco que se recuerda de esa expedición es el nombre: nombraron a estos nuevos territorios San Felipe de Nuevo México, en honor del rey Felipe, que se acortaría a Nuevo México que es el nombre actual del Estado americano una vez fue vendido por el gobierno mexicano al estadounidense. Una vez más varios frailes se quedaron con la misión de evangelizar y una vez más fueron asesinados poco tiempo después.

Exploraciones españolas en América del Norte [José Antonio Crespo-Francés]

Como orden real y no como empresas privadas se decretó que era el momento de establecer asentamientos estables en Nuevo México y ejercer el dominio sobre estas tierras. La motivación era múltiple: desde evangelizar (luego los fanáticos son otros) a ganar territorios con presuntas riquezas o parar el más que posible avance francés por el este. Así, entre 1582 y 1593 al menos cuatro expediciones partieron de la zona de Chihuahua con el fin de someter, controlar y evangelizar Nuevo México y sus diversos pueblos. El nombre de pueblo, que puede ser por la doble acepción en castellano de asentamiento o etnia, es el nombre que ha permanecido en inglés también y así los indios que se establecían en buena parte de Nuevo México se les llama los pueblo cuando en español no tiene demasiado sentido.

Las expediciones o entradas, todas con mucha aventura, una buena pizca de descubrimiento de muchas nuevas tierras pero generalmente no mucho más que toponimias y pocas riquezas las llevaron a cabo Antonio de Espejo, Gaspar Castaño de Sosa, y Antonio Gutiérrez Umana y Francisco Leyba de Bonilla (en otras referencias Humaña y Leyva) y prácticamente todas fueron un cúmulo de desastres que además dejaron tras de sí un reguero de muertes indias que pesarían en el malestar local para futuras conquistas. Además, la mayoría fueron consideradas ilegales pues no tenían la sanción de las autoridades. En esta última expedición, la de Umana y Leyba, el único superviviente de la misma, el indio Jusepe Gutiérrez, fue capturado durante un año por los apaches hasta que escapó o fue liberado y pudo volver a México; le contaría seis años más tarde el relato de la misma a Juan de Oñate, personaje clave de la historia de Nuevo México. 

Al poco de llegar Jusepe Gutiérrez a Ciudad de México se embarcó en otra expedición con Vicente de Zaldívar Mendoza con la que llegaron a las grandes llanuras al este, entablaron buenas relaciones con los apaches de los que llegaron a hablar su lengua y trataron de domesticar a los bisontes que poblaban por millones el área antes de que los colonos europeos más allá de los Pirineos los esquilmaran hasta su práctica extinción. Y si "sólo" fueran los bisontes...Pero la Leyenda Negra es la española.

Expediciones de Francisco Sánchez y Antonio Espejo [José Antonio Crespo-Francés]

Juan de Oñate Salazar ya era criollo, nacido en Zacatecas, al norte de Ciudad de México, donde su padre explotó una mina de plata y es una ciudad que es conocida por los muchos kilómetros de túneles. Zacatecas fue fundada por cuatro vascos, uno de ellos el padre de Juan, y atrajo a muchos buscavidas dada la riqueza que atesoró. En este ambiente de privilegios, aunque también de peligros, creció Juan dado que a pesar de su muy acomodada posición social también desde la temprana edad de catorce años combatía contra los chichimecas, belicosos indios del norte de México. Él mismo descubrió algunos yacimientos auríferos entre los que destaca San Luis de Potosí. Se casó con una nieta de Hernán Cortés, bisnieta a su vez del último emperador mexica.

El 29 de marzo de 1583 se obtiene la Real Cédula por la cual se daba autorización para organizar una expedición y doce años después (sin prisas) es Juan Oñate quien obtiene el permiso para llevarla a cabo aunque la misma no arrancaría hasta tiempo después por las intrigas palaciegas tan españolas. Las capitulaciones darían a Oñate «el título de adelantado, gobernador y capitán general de las nuevas conquistas durante cinco generaciones» a cambio de costearla por sus propios medios lo que no supuso un gran problema dadas las riquezas de Oñate. 129 soldados, 400 indígenas tlaxcaltecas, algunos frailes, una gran cantidad de esclavos negros, mujeres y niños, 83 carretas con alimentos y la asombrosa cifra de 7000 cabezas de ganado. La caravana tenía una longitud de diez kilómetros con lo que sería perfectamente visible desde la distancia y eran capaces de cubrir apenas ocho kilómetros al día. Siguieron la ruta clásica por Chihuahua y El Paso del Norte (actual El Paso en la frontera de México con Estados Unidos) y a la vera del río Grande, auténtica espina dorsal de Nuevo México. Este camino norte-sur junto al río más tarde se denominaría Camino Real de Tierra Adentro, un importante eje entre las posesiones españoles de México/Nueva España y las tierras del norte y uno de los cuatro que conformó Nueva España (México) con salida en la capital siendo el del este el que iba al Atlántico, hasta Veracruz, al oeste hasta el Pacífico en la ciudad de Acapulco, al sur a Guatemala y este del norte hasta Santa Fe.

Cuatro meses tardó la expedición en llegar al río Grande (las distancias en la mitad norte de México son enormes) y tras cruzar a la ribera norte solemnemente se hizo acto de toma de posesión de aquellas tierras en nombre del rey Felipe II. El acto fue acompañado de misa y una comida que incluyó pescados, ciervos... y aves siendo considerado el primer Día de Acción de Gracias o Thanksgiving en los Estados Unidos de Norteamérica. Para amenizar la sobremesa-cena se celebró una comedia y de nuevo fue la primera representación teatral del actual país norteamericano.

Para dar una idea de las distancias más arriba comentadas baste decir que de Ciudad de México hasta Santa Bárbara (lugar de salida de la expedición) hay 1300 km; de Santa Bárbara a El Paso, 700 km, donde el mismo río Bravo mexicano pasa a denominarse río Grande en el estadounidense ; de El Paso a Socorro, 300 kilómetros más, que fue donde pudieron proveerse de maíz cuando la expedición estaba al borde de la hambruna, de ahí el nombre de Socorro; y otros 250 km más hasta Santa Fe.

A los seis meses de la partida contactaron con dos mexicas cristianizados que les fueron de gran ayuda por conocer la lengua local (en realidad había docenas de ellas) con lo que les incorporaron a la expedición española. Todas las relaciones con los pobladores originarios fueron pacíficas, se realizaron otras expediciones menores tanto al oeste como al este y en una de ellas en la que Oñate participó personalmente fueron atacados y tras ofrecerles la paz y negársela los indios se decidió atacar con el sangriento resultado de 680 indios muertos y más de 600 hechos prisioneros que fueron esclavizados por largo tiempo y se les sentenció a la amputación del pie derecho aunque se dice que no se llevó a cabo en un teatrillo clásico de españoles y sus frailes en los que éstos solicitaban la clemencia que finalmente conseguían y ganándose el respeto de los locales.

«Paso por aq[u]i el adelantado don ju/an oñate del descubrimiento de la mar del sur a 16 de Abril del 1605.», grafito de Juan de Oñate en Inscription Rock, Monument Valley [New Mexico Magazine]

Aunque las expediciones seguían descubriendo o redescubriendo territorios los colonos estaban descontentos pues de las riquezas y prosperidad prometidas no quedaban ni las palabras. Algunos de ellos desertaron, con el consiguiente enfado y persecución de Oñate que les obligó a reincorporarse aunque algunas de estas duras reincorporaciones llegaron a oídos de los virreyes del sur y se empezó a organizar una investigación por la toma de decisiones de Oñate. Oñate, sin embargo, seguía sin hacer demasiado caso a sus colonias que iba fijando en pos de más conquistas, más riquezas y más dominios para él y sus descendientes.

El 24 de agosto de 1607 se ordenó la destitución de Oñate siendo considerado culpable de varios de los cargos habiendo de pagar una cuantiosa multa, le fueron retirados sus títulos, prohibido vitaliciamente pisar suelo nuevomexicano y fue desterrado de Ciudad de México por cuatro años. Fue rehabilitado décadas después pero nunca volvería a América y moriría casi en el ostracismo en España.

Tampoco fue capaz de ver que los indios pueblo fueron viendo a los españoles con peores ojos según pasaba el tiempo, quizá ensimismado en sus subexpediciones al norte, este y oeste y con la poca relación con los locales que mostró. Pero era una realidad que Oñate no quiso ver: aunque la inmensa mayoría de las relaciones fueron pacíficas los indios fueron sufriendo las consecuencias del vasallaje con recurrentes hambrunas y creciente pobreza. Y el ánimo y la animadversión hacia los colonizadores fue creciendo.

La suya fue la expedición y colonización sostenida más exitosa hasta el momento y origen de los asentamientos permanentes —o casi— de España en Nuevo México. Esta es la gran aportación de Juan de Oñate al mapa, la posición y los dominios de España en Nuevo México; la otra aportación es el creciente odio que los indígenas sentían hacia los españoles.

Estatua de Juan de Oñate en Alcalde, Nuevo México, Estados Unidos [Wikimedia]

En 1992 se consiguieron los 108 000 dólares para la ejecución de una estatua de bronce de Juan de Oñate, personaje sin duda clave en la historia de Nuevo México. Seis años después fue amputado su pie derecho, posiblemente por indios pueblo. El pie fue repuesto para ser vandalizado de nuevo en 2017 cuando se pintó el pie derecho de rojo con la inscripción «Remember 1680» año que recordaremos muy pronto y clave de toda esta historia. En 2020 la estatua fue retirada en una ola de protestas por todo el país (incluso del continente) reclamando que aquellos con un pasado oscuro no debían ser honrados públicamente.


Francisco Sánchez [Real Academia de la Historia] │ Antonio de Espejo [Real Academia de la Historia] │ Historia de Nuevo México [Artehistoria] │ Gaspar Castaño de Sosa [Wikipedia] │ Expedición de Umana y Leyba [Wikipedia] │ Jusepe Gutiérrez [Wikipedia] │ Juan de Oñate Salazar [Real Academia de la Historia] │ «The Pueblo Revolt: The Secret Rebellion that Drove the Spaniards Out of the Southwest» (David Roberts) 



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