17 de julio de 2023

Los primeros europeos en pisar Nuevo México

Nuevo México dentro de la iconografía española de conquistas americanas tiene un lugar secundario, muy lejos de las de México o la actual Perú en parte por las riquezas allí obtenidas, en parte quizá porque no se venció a un imperio establecido, tiene mucha menos épica pero la cantidad de territorio controlado es importante. También porque el imperio español estaba ya en lenta pero inexorable caída. España, recuérdese, llegó de Alaska a Tierra de Fuego lo que incluye haber pisado, puesto bandera, conquistado o hecho provincia española —o varias combinaciones de las anteriores— en buena parte del continente americano a falta del noreste de Norteamérica y lo que le tocaba del reparto del Tratado de Tordesillas a Portugal. Es importante también recordar que lo que España ganó en América en cuanto a posesiones territoriales no eran colonias sino parte de España, provincias de la «madre patria» con las muchas consecuencias que esto implica. También fue el caso de Nuevo México.

La primera vez que unos europeos llegaron a Nuevo México fue con la expedición de Pánfilo de Narváez de 1528. Si quizá no se le recuerde en la historiografía española es porque la expedición fue un desastre y porque Pánfilo fue un pésimo comandante. Nacido en la segoviana Navalmanzano se le conocen andanzas por América, primero en Jamaica y posteriormente en Cuba como subalterno de Diego Velázquez, el mismo que mandó a Hernán Cortés de exploración a lo que hoy llamamos México y que luego patrocinó una segunda expedición para arrebatarle el poder que Hernán había adquirido. 

Entre los castellanos que comandó Narváez en Cuba estaba un tal fray Bartolomé de las Casas, personaje clave en las Américas y posteriormente defensor a ultranza del trato humanitario a los indios prosperando en forma de leyes de obligado cumplimiento para todo comandante, gobernador, hacendado o religioso que estuviera en tierras americanas. De las Casas como es de suponer vio en los hombres de Narváez —y en un pasivo responsable de lo que hacían aquéllos— la brutalidad que le encomendó a dedicar parte de su vida a la protección de los indios .

(Supuesto) retrato de Pánfilo de Narváez [Terranoca]

Asegurada completamente Cuba y ante la insubordinación de Hernán Cortés fue Pánfilo de Narváez quien intentó reducir a Cortés con el único éxito de debilitar la posición castellana en México cuando se les había expulsado de Tenochtitlán y a punto estuvo de impedir conseguir el imperio azteca lo que hubiera dado un giro radical a la historia de ambos continentes. Llegó incluso a negociar con el propio Moctezuma para conseguir reducir a Cortés lo que da una idea de que servía sólo a los intereses de Velázquez —y los suyos propios— y no a los de la Corona de Castilla. O era demasiado estúpido para comprender la diferencia entre ambos extremos. 

Hernán Cortés, infinitamente más hábil en el campo abierto, consiguió hacer que buena parte del ejército de Narváez se pasase a sus filas y acabó apresando a su comandante. Aunque Narváez se tomó venganza en forma de conspiración contra Cortés a su vuelta a Castilla porque en "campo cerrado", en los despachos, sí gozaba de la habilidad que carecía como comandante o expedicionario.

Pasado el episodio mexicano, el 17 de junio de 1527 Pánfilo de Nárvaez encabezó una expedición que partiría desde Sevilla/Sanlúcar de Barrameda, como todas las americanas pues tenía el monopolio la Compañía de Indias, rumbo a La Florida, la península norteamericana al sureste de los actuales Estados Unidos. Seiscientos hombres —que se redujeron a cuatrocientos en la escala cubana— en cinco navíos pobremente equipados para arribar a La Florida ya precariamente

Posiblemente engañados por los indios se les conminó a explorar por tierra para llegar al clásico lugar en el que caen todos los avariciosos: una ciudad colmada de oro. Desastre tras desastre, atosigados por los indios, en condiciones cada vez más precarias, con canoas de fortuna, con grupos dispersos y con el pobre liderazgo de Pánfilo de Narváez éste encontró la muerte arrastrado por las aguas al igual que la inmensa mayoría de la expedición. Excepto cuatro hombres.

Naufragio de la expedición a La Florida de Pánfilo Narváez [Estudio Historia]


Cuatro supervivientes, Andrés de Dorantes de Carranza, Alonso del Castillo Maldonado, Estebanico y Alvar Núñez Cabeza de Vaca lograron una de las mayores hazañas de supervivencia que jamás se han logrado: durante años, haciéndose pasar por milagreros, huyendo de captores, caminando durante miles de kilómetros durante seis años que les llevó a cruzar Texas, Nuevo México, Arizona, pasando mucho tiempo entre distintas tribus sin ser atacados gracias, en parte, a las habilidades de Cabeza de Vaca para sanar rezando avemarías, consiguieron salvar la vida y poder contarlo. 

Pudieron observar a indios nómadas pero también asentamientos con casas construidas en adobe, inmensas extensiones de terrenos semidesérticos, fabulosas manadas de bisontes y como vagabundos y tras ocho años desde su partida, el 1 de abril de 1536, llegaron al Pacífico, en la actual ciudad mexicana de Culiacán. Al buscar épica en el diccionario debería aparecer el retrato de estos cuatro hombres. Se les llamó los aparecidos y es que "volver a la vida" tras varios años dados por desaparecido como poco causa admiración.

Ruta seguida de Álvar Núñez Cabeza de Vaca [Estudio Historia]


Fueron, efectivamente, los cuatro primeros no indios originarios que pisaron Nuevo México que obviamente estaba habitado desde hacía miles de años en las progresivas oleadas de tribus que cruzaron el estrecho de Bering y que se extendieron por toda América. Liderados magistralmente por Cabeza de Vaca estos aparecidos consiguieron salvar el pellejo de mil y un avatares y contra todo pronóstico y con la colaboración de los indios que se fueron encontraron por el camino que les dejaron seguir viviendo no sólo salvaron su pellejo sino que llegaron con nuevas.

(Otra versión de la historia afirma que Cabeza de Vaca y sus compañeros no llegaron tan al norte en Nuevo México y los mapas creados por estos estudiosos los ponen en El Paso pero siguiendo hacia el oeste. Estando por la zona de El Paso hubieran visto asentamientos, huellas y presencia amiga, española muy posiblemente, se hubieran dirigido al sur hasta otras localidades españolas y nunca se habrían dirigido al norte siguiendo el río Grande y al oeste hasta el Pacífico.)

Retrato de Álvar Núñez Cabeza de Vaca [Diario de Burgos]


Sigamos. Nos habíamos quedado en las nuevas. Cuando volvieron y mucho antes de que Cabeza de Vaca publicara Naufragios, el relato de su epopeya por tierras americanas, se extendió la información de que los supervivientes habían tenido noticia de las Siete Ciudades de Cíbola, un reino opulento de riquezas por conquistar y que espolearía a nuevas empresas españolas en busca del ansiado Dorado con el que nadie conseguía encontrarse.

Lo de Cíbola venía de un libro de caballería de Amadís de Gaula publicado en 1508: según este libro siete obispos huyeron de España al ser invadida por los musulmanes en el siglo VIII por lo que cogieron unos grandes tesoros y se los llevaron al otro lado del Atlántico para que no cayeran en manos musulmanas. Una vez en América fundaron siete ciudades bañadas de oro y riquezas y los aspirantes a colonizar Nuevo México pensaron que eran éstas. A Cervantes, que ridiculizó las novelas caballerescas, le quedaban aún algunas décadas para nacer cuando se publicó el libro de Amadís de Gaula e hizo bien en criticar los panfletos caballerescos que inducían a soñar en realidades que no eran más que fantasías.

El caso es que una epopeya de supervivencia tornó, sin mediar declaración de los mismos, en visiones de florecientes ciudades donde todo era riqueza y opulencia. Y es cuando lo que actualmente es Nuevo México entró a formar parte del interés de unos y otros, gobiernos y tramperos, y la relación entre ambos pueblos por algunos siglos.


Pánfilo de Narváez [Real Academia de la Historia] │ Cabeza de Vaca: Su primera odisea americana (1527-1537) [Estudio Historia] │ La increíble historia de Cíbola [La Razón] │ «The Pueblo Revolt: The Secret Rebellion that Drove the Spaniards Out of the Southwest» (David Roberts) │ «La rebelión del odio. La insurrección de los indios Pueblos en 1680» (José Enrique López Jiménez) │ «Banderas lejanas. La exploración, conquista y defensa por España del territorio de los actuales Estados Unidos» (Fernando Martínez Láinez, Carlos Canales Torres)



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