14 de septiembre de 2015

Iroquois Trail

El Iroquois Trail es el camino que unía las distintas tribus para comunicarse, intercambiar mensajes y mercancías, y que luego emplearon los colonos ingleses, franceses y holandeses, fundamentalmente, para comerciar con los iroqueses, y tiempo más tarde, para conquistarlos por la fuerza.

Apenas un par de toscos planos con las referencias a las localidades actuales están disponibles con facilidad, puesto que es un camino perdido, o asfaltado. Varias carreteras pisan el antiguo Iroquois Trail por las misma razón que se trazó por ahí ese sendero iroqués: porque es por donde la orografía lo aconseja, y es que al final, siempre caminos y carreteras se han adaptado a la solución más corta, más sencilla y barata, en términos económicos, pero también energéticos. Actualmente también varias localidades aproximadamente se solapan con antiguos asentamientos indios, con lo que es aún más lógico pensar que el camino original está asfaltado por actuales carreteras y autopistas.




Aunque existe cierta confusión, el sendero iroqués tiene un trazado moderamente claro, pero no siempre coinciden puntos de partida y finalización, en algunos casos se considera Iroquois Trail el que va de Fort Oswego, antiguo fuerte del lago Ontario, hasta Albany, en otros este tramo lo considera un ramal siendo el original desde Fort Niagara. Este último trazado parece ser el más citado, sin que por ello signifique que sea el más correcto, pero es que en una sociedad como la que es posible imaginar que era la de los indios tribales, no es un detalle importante, quizá cada tribu tendría un nombre para el camino, cada uno le pondría diferentes nombres según sus conocimientos y los términos principio y fin son un tanto abstractos. Además, las localizaciones Fort obviamente no corresponden a localizaciones indias ni necesariamente a asentamientos de sus pobladores originales, sino a fuertes construidos por los colonos europeos que llegaron mucho después de que el sendero estuviera ya trazado. De hecho se apoyaron en él para alcanzar estas tribus, negociar con ellas, transportar mercancías, y cómo no, acabar diezmándolas.

El camino original era poco más de lo que hoy conocemos como sendero, y como suele ser habitual, se ensancharía y mejoraría cerca de asentamientos. Con la llegada de los europeos, para facilitar el transporte y gracias al lucrativo comercio de pieles, los caminos se ensancharon para que cupieran carros, y con el tiempo este "doble sendero" llegaría hasta el río Erie. Más adelante al parecer se empedró, posiblemente no todo el camino, más probable que fuera en las zonas más problemáticas, embarradas, con pendientes, etc. Es la evolución de casi todos los caminos, hasta que un buen día se acaban asfaltando y quedan prácticamente perdidos para la historia.

Apenas un par de toscos planos son la fuente actual más fiable, con las divergencias comentadas anteriormente de nombres o de cuál es más importante y cuál un ramal. Como puede verse en ambos, buena parte del trazado discurre solapado a un canal, el Erie Canal, por la misma razón antes comentada: un camino tiene que tender a ser lo más simple posible, con los menores desniveles, con los menores zigzags, que una las localidades para las que sirve lo más directamente posible. Con aún más condicionantes se crearon los canales que, siguiendo la tradición europea francesa, alemana o inglesa (en España tenemos también algunos ejemplos), servían para el riego de campos interiores y que no estaban a la ribera de los ríos o bien para transporte de mercancías, con barcazas generalmente tiradas por animales. O servían para ambos fines. Seguir actualmente el Iriquois Trail original supone, a buen seguro, ir por carreteras si no en su totalidad, en una buena parte, pues vías de anchura y tráfico considerables se han ejecutado por encima. Siendo además una zona eminentemente agrícola, propiedades privadas, pistas asfaltadas y demás obstáculos artificiales complicarían discurrir o incluso descubrir el camino original que, por otra parte, no estaba marcada con hitos reseñables o forma de recuperarlo en la actualidad. Sin temor a equivocarme, se puede decir que el Iroquois Trail es un camino perdido para la historia.



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