2 de septiembre de 2016

Las Guerras Médicas

Se entiende por ecúmene la porción de tierra conocida y habitada y es que en la antigüedad, por supuesto, no se conocían todas las tierras y culturas, y se tenían vagas referencias de muchos territorios. Esta visión parcial que ahora nos resulta tan peculiar, podría ser en la actualidad aplicable a lo que ahora llamamos «todo el Universo conocido», lo que quizá haga que comprendamos mejor el término dado que ahora toda la Tierra es, digamos, conocida, pero sabemos muy poco del espacio profundo y los mapas pueden ser tan inexactos como el que se muestra a continuación. En época de Heródoto de Halicarnaso, hacia el año 450, el mundo conocido por los los griegos era aproximadamente este:

Ecúmene de Heródoto de Halicarnaso, hacia el 450 a. C. [Wikimedia Commons]

Como es lógico el mundo cercano es el más conocido, mejor trazado, con las ciudades mejor situadas, las proporciones más fieles y los perfiles más ajustados a la realidad. Las actuales Grecia. Turquía, Egipto, Libia o Italia son razonablemente fidedignas. Compárese con Iberia o África.

Al este de Grecia -y sur, y oeste, y más tarde el norte- se extendía el Imperio Persa, que hacia el 490, tenía una importante extensión:

Imperio Persa (o aquémenida) hacia el 490 a. C.

Aunque el mundo helenístico se encontraba fragmentado por estas fechas y no se puede hablar de una Grecia como tal, la amenaza persa hizo que se aliaran temporalmente contra el enemigo en las denominadas Guerras Médicas. El nombre, por cierto, nada tiene que ver con la medicina, sino con unas tierras al este de Persia, Media, tierras medias, de los medos. Varias ciudades griegas ya habían entrado a formar parte del Imperio Persa en el siglo VII a.C (Jonia, Lidia...) y tras sucesivos gobernantes que oprimían, apoyaban a rivales o trataban mejor a dichas ciudades, fue creciendo un sentimiento antipersa que desembocó en la revuelta jónica que, con la ayuda de Atenas y otras ciudades-Estado, permitió a Aristágoras reconquistar algunas ciudades en el 499 a.C. aunque posteriormente el rey persa Darío I las recuperaría dando un escarmiento para no alentar a otros pueblos a seguir el ejemplo jonio.

Aunque posiblemente ya estaba decidido de antemano, como venganza por la ayuda prestada a los jonios, Darío I decidió atacar a los atenienses en su terreno, lo que se conoce como la Primera Guerra Médica. Aunque algunos puntos de la ciudad-estado de Atenas se reforzaron ante el previsible peligro, en el 490 a.C. se hicieron a la mar los barcos con las tropas del emperador persa para hacer escarmentar a los atenienses. Poco después las tropas persas desembarcaron en las llanuras de Maratón por considerarse más adecuadas para las caballerías persas.

Con lo que no contaban los persas es con -entre otros- el valeroso general ateniense Milcíades el Joven, que en vez de esperar el ataque persa cargó contra las tropas desembarcadas en Maratón. Tras una inteligente y decidida batalla, los persas fueron derrotados y enviados de vuelta a su tierra, diezmados.

Casco de Milcíades «el Joven», entregado en honor de Zeus en el templo de Olimpia tras la victoria ante los persas en la Batalla de Maratón en el año 490 a.C. [Wikimedia Commons]

La Segunda Guerra Médica la protagonizó por el lado persa Jerjes, hijo de Darío, esta vez sí, con todo el ejército disponible. Jerjes mandó todas sus fuerzas que actualmente se considera fueron 250 000 hombres (otras fuentes hablan de 500 000) a doblegar a los espartanos, liderados por Leónidas I en Termópilas, paso de entrada al Ática. Un cañón estrecho, unas técnicas persas inadecuadas, unas armas desiguales, pero sobre todo una traición decantaron la balanza hacia el lado persa en la batalla de las Termópilas: más tarde en la de Salamina, ésta naval, y la de Platea, terrestre, los ejércitos helenos consiguieron expulsar a los persas por segunda vez de territorio heleno.

Tras estas duras guerras no habría más invasiones persas dado que se llegó al acuerdo por el cual los persas se comprometían a no invadir más Grecia, no navegar por el Egeo y dar libertad para comerciar en las ciudades helenas.

Las Guerras Médicas fueron un choque de un imperio consolidado y uno emergente, dos formas de entender el mundo y de culturas dispares, y tras éstas se marcaría el crecimiento y expansión helenos y la caída paulatina del orbe persa.

«Maratón» (Richard A. Billows, 2014)│«Esparta y Atenas en el siglo V a. C.» (Adolfo J.Domínguez Monedero, José Pascual González, 2014)│Ecúmene [Wikipedia]Guerras Médicas [Wikipedia]Herodot [Wikiwand]

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